Priya fue una de mis musas favoritas, no era una belleza, pero si era muy sensual, su piel canela, sus cadera anchas, su culo grande aunque no muy pronunciado me volvía loco, eso si, sus senos eran los más miserables del negocio, pero su buena atención y performance superaba con creces a sus colegas, no te negaba poses, podia cumplir tus mas estrafalarias fantasías con ella y te dejaba terminar tranquilo tu polaquito (eyaculación) no importando si eras demorón.
Pero como sucede en la mayoría de kines, con el pasar del tiempo ya sea por la edad o por la avaricia de ganar más dinero en menos tiempo, las prostitutas cambian y eso fue lo que paso con Priya.
A lo largo de este 2015 vi que sutilmente se volvió más quisquillosa, ya no se dejaba besar algunas partes de su cuerpo y si le caia alguna gota de sudor en pleno coito se incomodaba y como que te apuraba con sutileza.
Relatare lo que me paso hace un par de semanas.
Llego temprano a una hostal llamada “Karicias” que se había convertido el nuevo cuartel de las rufianas de esta parte de Lima, pues como que habían cerrado los municipales unas cuatro importantes sedes de oficio más antiguo, me hace pasar y la encuentro digitando en su celular su cuenta de Facebook, estaba de pie vestida solamente con una especie de babydoll corset, calzón y sostén, se le veía algo subida
de peso y se le notaba su pronunciada barriga, pero de todas maneras yo aprovecho en ponerme por detrás y comienzo a arrimarme y sobarme mientras que mis manos se metían debajo de su calzón sintiendo su enorme y caliente hendidura que tiene por vagina, ella seguía digitando sin inmutarse siquiera, luego le bajo su calzon hasta la altura de sus rodillas yo pense que estabamos empezando lo que seria un super polvazo con Priya (fuy un iluso), me desnudo rápidamente, la ruka deja de escribir en su cell, termina de quitarse su calzon y me ordena echarme en la cama con las piernas cerradas para que comience a “engullircelo” mi miembro viril y darle algunas mordiditas, es quizás una de los peores fellatios que he recibido de una prostituta, como que desconoce la kine lo que es succión gradual al glande, una vez dejado relativamente erecto, prosigue a montarme y empieza su show de gemidos (eso era casi siempre su rutina de apertura), pero no se habia quitado ese especie de corset babydoll, le digo que se desnude por completo y ella se niega, más tarde entendí porque lo hacia, luego solita se coloca en cuatro patas, allí me di cuenta que la rufiana quería botarme al toque, pues como bien sabido la pse del perrito es la pose final y finiquitadora que usan las prostitutas , luego de algunos mete y saca y tratando de no emocionarme le digo que se eche poca abajo y abra las piernas para aplicarle el “Misionero”, pero la muy pendeja coloca sus piernas sobre mis hombros para evitar que pegue sobre ella, allí recién entendí que esta puta no quería tener ningún contacto físico conmigo o al menos evitarlo en todo lo posible, por eso no se quito su lenceria, reconozco que sudo un poco, pero era la primera vez que me trataban como leprososo y realmente me sentí ofendido, pero me en mi mente me decia:
—Solo falta un par de poses y la eyaculo finalmente a esta puta de mierda, que se habrá creído (nada más alejado de la verdad).
Y de pronto tocan su puerta, introduzco mi pene y como si nada entra en ese enorme boquerón, no había ningún ajuste, sentia un vacio pero no me sorprendió pues esta kine nunca se destaco por tener una vagina acogedora y empiezo a bombearla, hubo algo de ajuste estuve asi como un par de minutos y nuevamente comenzaron a tocar la puerta, vi que esta vez la ruka como que le tomo atensión a la puerta.
Cambiamos luego a el “Trencito” los dos paraditos, se coloca sus tacos y se pega contra el muro, me empilo verla media quebrada con sus tacos me conecto perfectamente y la comienzo a bombear, a los pocos
segundos siento que su vagina recién comienza a engreír a mi virilidad y le doy por un par de minutos más de full embistes, luego le sujeto debajo de sus dos brazos, sometiendola por completo, aplicandole “La motocicleta”, caminamos los dos pegados sin dejar yo de bombearla en dirección de su cama, frente a su espejo, me excite al ver el reflejo de como su cuerpo se movía a mi entera y sádica voluntad, estuvimos como un par de minutos más y la puerta comienzan a tocar, por un momento pense en finiquitarla en esa pose, pero yo quería aplicarla “El Jockey” y la tumbo sobre la cama.
Y de pronto me mira algo seria y me dice:
—Es la última.
Como que me sorprendio, primero la clavo en perrito unos segundos y luego le hago levantar su culo para montarme sobre el, pero cuando me coloco un rato, la ruka se tumba boca abajo, nuevamente le pido que levante su culo, intento montarla y nuevamente se tumba boca abajo. —Que importa, la montare así nomas —me dije a mi mismo, pero ya me había desmotivado y ya no sentía ese ajuste vaginal que tanto me costo lograr, también no era nada sensual ver ese poto flácido y medio aplanado en esa posición, ya no se le veía tan redondito y exuberante como antes lo que automáticamente produjo que se me ponga flácido por unos momentos, ella abre por un instante sus piernas para que se lo introduzca y se me erectara, pero al ver ese enorme crater y no sentir nada cuando le sobo mi glande sobre su vulva ella me dice.
—¡Apurate papito que me están esperando!
Yo saco mi pene y comienzo a masturbarlo, ella se levanta de la cama y comienza vestirse y luego tiende su cama.
Yo al verla de pie como su diminuta trucita fuxia se perdía en sus gruesos y pulposos muslos me erecté nuevamente y le dije...
—¡Ya esta firme! —ella me miro con altanería insospechada y en un tonito de voz fulminantemente sarcástico me respondió:
—¡¿Y que quieres que yo haga... si ya termino tu turno?!
Por un momento se me activo algo homicida, pero tome aire y le respondí casi suplicante:
—No seas mala, te pagare por una sesión más, pero dejame terminar —pero la rufiana se negó alegando que la estaban esperando, allí pude comprobar que la puta se me asqueaba de mi presencia y empezó a botarme.
—Tienes que irte estan que me esperan —me dijo y yo empece a cambiarme resignadamente y nuevamente comenzaron a tocar su puerta y al verme ya cambiado se me acerca y toda fingida me dice “comprensivamente”...
—¿Qué te paso? —yo le miro seriamente y le respondo.
—¡No me colaboraste! —y su rostro se pone serio y me responde descaradamente.
—Yo siempre te he colaborado —al ver su desparpajo yo ya no quise dirijirle la palabra, me lavo en su baño y cuando salgo cerca de su puerta, la rufa se me acerca toda chica buena para que le de un beso de
despedida como yo siempre lo hacia, esa sinvergüenza actitud activo una respuesta en mi rostro, sentí que mi cara se puso duro como una piedra la mire como si de mis ojos salieran rayos desintegradores, vi su falsa sonrisa desaparecer y apareció un rostro de miedo, ya no se me acerco y más bien retrocedió unos pasos, abro violentamente su puerta sin mirarla siquiera y veo afuera tres tipejos que esperaban su turno, yo les abandono y digo como despedida sarcastica.
—Buen provecho.
Esa fue la última vez que vi a Priya, pues a la semana siguiente hubo una intervención de los municipales y clausuraron esa hostal, me dio pena en verdad terminar de esa manera pues para serles sincero le tenia cierto aprecio a esa puta pues en el pasado siempre salia más que satisfecho y la recomendaba a algunos foristas, pero como dije, nada dura para siempre y sobre todo las prostitutas con el tiempo no solo les afecta la gravedad y pierden tonicidad y consistencia de sus pieles, también pierden el humor y su buena atención volviendose unas viejas fofas y amargadas, una verdadera lastima con esta mi ex musa.